Hay que vivir en la arena

¿Qué sientes cuándo caminas en la arena? Caminar descalza sobre la arena me transporta a un estado de calma. La suavidad bajo mis pies es como un masaje natural que me conecta con la tierra, y me genera una frescura revitalizante. Por ratos, aparece una sensación de inestabilidad que me recuerda que la vida está llena de cambios. A veces, esa misma inestabilidad que nos asusta es la que nos invita a crecer y a descubrir nuevas posibilidades.

Vivir en la arena significa levantarse cada mañana y elegir la valentía por encima de la comodidad. Aunque esta elección implique tropezar, sufrir y fracasar. Estas palabras son de una energía 1 vibrando alto, aquella que se atreve.

Recuerdo cuando decidí iniciar la relación con Rogelio, una persona divorciada. Todo el mundo me decía que no era una buena decisión, lo que trataban de decirme metafóricamente es que no me vaya a caminar por la arena, pero para variar no hice caso. En aquellos días, mi corazón, aún puro y lleno de ilusión, se aferraba a las sensaciones de alegría y emoción que Rogelio despertaba en mí. Creía ingenuamente que esas sensaciones eran suficientes para construir un futuro sólido y auténtico junto a él. En algún punto me puse a pensar: ¿Qué es lo peor que me puede pasar?

Quizá un día me canse de caminar en la arena o quizá me hunda en la arena, con los años pasaron las dos cosas.

Pero lo cierto es que caminar en la arena con Rogelio fue lo más hermoso, frustrante y aleccionador que pude vivir. Fue una relación larga, bastante romántica al inicio y con muchas cosas en común. Con él descubrí lo que es que te canten una canción o te escriban un poema.  Pero lo cierto es que cada uno venía con sus propios traumas y carencias buscando que el otro lo rescatará. Eso lo descubrí después de mucho años, es por eso que en algún punto dejamos de ser la persona que cumplía las expectativas del otro, la historia es realmente larga y no me arrepiento de todo lo vivido. Sin esa experiencia probablemente no me sentiría orgullosa de la mujer que soy ahora, agradezco profundamente la presencia de Rogelio en mi vida.

Te invito a que no tengas miedo de vivir nuevas experiencias desde el amor y la valentía, empodérate y crea la vida que anhelas.

Con amor,

Karolyne

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